¿Qué
ingesta de alimentos y líquidos consideras que es la más adecuada para un día
de esquí o de snowboard? Explica cuántas comidas realizarías ese día, qué
comerías en cada una de ellas y por qué, distribución de hidratos de
carbono, proteínas y grasas, si
llevarías algo encima para comer y beber durante la práctica.
Antes de un día de
esquí es necesario prestar atención a la cena de la víspera, la cual conviene
que sea rica en hidratos de carbono (pasta, arroz, patata hervida o al horno,…)
para cargar al máximo las reservas del organismo. Recomendable cenar temprano y
evitar alimentos grasos que alarguen la digestión.
El desayuno es
fundamental, es la comida más importante del día, ya que la mayor parte de la
actividad la realizaremos antes de la hora de comer. Durante el desayuno
seguiremos con la recarga de hidratos: zumo de fruta natural, cereales, galletas
de avena, jamón, tostadas, yogur,… se trata de recargar el cuerpo de energía,
pero sintiéndose ligero en todo momento. Por ello conviene evitar la bollería o
productos pesados.
Durante la actividad,
conviene beber cada 30 minutos si la actividad es intensa o hace calor, o cada
hora, como máximo, si el clima es más frio. Para ello lo mejor es el agua, pero
si apetece algo caliente, el té nos aporta agua, energía, calor y un cierto
impulso extra.
Para comer, el mejor
menú es la pasta o el arroz. Ha de ser una comida ligera, que no nos pese para
seguir esquiando después, por lo que es preferible evitar las grasas y las
carnes que alargan la digestión. Debido a que comer pasta es más complicado,
otra opción es para a comer un bocadillo o sándwich. Durante esta parada es
importante aprovechar para beber agua o comer alimentos energéticos, ya que
aportan los nutrientes necesarios durante la jornada: barritas de cereales,
frutos secos (almendras, avellanas,…), fruta desecada, plátanos o galletas.
Al finalizar la
jornada, es recomendable reponer los depósitos de glucógeno con aporte
inmediato de cereales, esto es posible tomando una barrita de muesli. Con esta
ingesta es posible una recuperación más rápida y completa para afrontar con
energía una nueva jornada al día siguiente.
Durante la cena, para
comenzar, una sopa o caldo, es recomendable para recuperar la temperatura
corporal y los líquidos y minerales que no hayamos podido consumir durante la
jornada. Además, los alimentos con
hidratos de carbono pan, arroz, pasta o patatas, serán esenciales, así como las
ensaladas y frutas, para recuperar vitaminas y minerales. Como segundo plato,
carnes, huevos y pescado son una buena opción.
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